He dejado sobre la mesa mis llaves, un rayito de sol se columpia en un cenicero de estaño nunca usado como tal, solo las monedas descansan en su seno.
El encaje del tapete, debió costarle a mi abuela horas, aún recuerdo sus manos como mariposas, siempre el mismo movimiento, alternado por aquél, que al tirar del hilo tenso, con la aguja bailando sobre la hebra de lana, describía un espacio que antes no existía.
¡Como pasa el tiempo¡, sin roces, sin ruido , dejando su huella , surco que mis dedos acarician pensativos, momentos, recuerdos, amigos que despacio, el paso de los dias fue acompañando, como mayordomo, a su lugar. Esta mesa me llena de casa, me abraza , me besa en la mirada cuando llego...mi hogar.
En silencio, una varita de incienso inunda la estancia, solo el aire llena mi alma....
Vida, cuyo manto me envuelve, pensamientos que confortais, luz que apagada queda, recordando formas que en la obscuridad pesan.
He vuelto a coger las llaves, necesito salir....
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