miércoles, 14 de mayo de 2008

Discurso

Subió a la palestra, enrollando parte de la toga en su antebrazo y el silencio a su alrededor espesaba el aire como la niebla. Inquisitivo miró de frente, apretó sus gluteos enderanzando la espalda, enarboló su brazo izquierdo dejando la mano posada en el aire, cerró por un instante los ojos a la par que levantaba la barbilla, sus labios iniciaron una mueca de triunfo que desestimó de inmedito y comenzó:

" Dias vendrán en que la turba inunde las calles sedienta y con hambre de justicia, mas no sera la mente de esos pobres huérfanos quien les incite a reivindicar, sino los oponentes a los que ahora detentan el poder.
Los secundones que ebrios de venganza intentan legitimar su derecho a gobernar usurpado por los primógenitos en base a conveniencias convertidas en leyes y auspiciadas por una costumbre disfrazada de moral.
Antaño la plebe inculta , privada a sabiendas del mas elemental principio de enseñanza al respeto mutuo y protegida tan solo por el instinto animal de la supervivencia, dictó normas no escritas de convivencia en las que el bien comun se basaba solo en la proteccion a priori de las posesiones mas íntimas y a posteriori de lo que los debiles no podian defender, gobernada a su vez como un solo individuo por otros que sin ser mejores ni practicar conductas diferentes campaban a sus anchas solo por el mero hecho de haber nacido en otro lugar. Ésta saqueada de elementales principios de derecho natural, a merced de las mismas luchas que acontecian en su seno por un trozo de pan,pero con una diferente conmensurabilidad, se desarrollaba asi misma fecundandose sus miembros en una implosión continua de idiotez perpetuada en cada generación"

Tomó aliento, adelanto su pierna derecha y volviendo a cerrar los ojos siguió embriagandose con las palabras que aun resonaban en su mente. Dejó que la pausa se hiciera densa, incómoda, larga ...

"Compañeros dias vendrán en los que nada cambiará y vosotros no os enterareis de que serán pesadas vuestras bolsas, vendidos vuestros hijos y apretados aun mas si cabe el collar de la esclavitud que llevais atenazado en el cuello, como un perro cambiareis de dueño y solo os quedara el recuerdo de momentos felices que no sabreis si los habreis soñado o los vivisteis en realidad, vuestro dueño será otro e incluso llegareis a olvidar por sabido que sois esclavos aun en vuestro destino incierto.

Os darán circo, mujeres , comida que no os nutrirá, os obligarán a comprar con vuestros miseros jornales los desechos que os roban y esquilmarán la tierra que pisais sin borrar tan siquiera las huellas que vuestra desolacion marca. Mancillareis a vuestras hijas y madres, en un delirio de depravación , obscureciendo la luz del sol de vuestras conciencias, cegandoos cada vez mas y creyendoos que los excrementos son un festin. Os daran espejos deformados para que os veais, ignorantes de lo esperpenticos que sois, reireis sus mofas y os sacrificareis en la mas aberrante de las muertes solo por solaz de unos pocos...."

Algo le quebró la voz, el silencio permanecia entorno a él, y tambien el vacio porque nadie le estaba oyendo, despacio sus rodillas se doblaron, mientras la sangre manando por su boca manchaba su toga. Una flecha venida desde la obscuridad seccionó su yugular y asfixiandose murio sin saber que por breves instantes habia vivido

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